Análisis Profundo: ¿Qué Sucedió con las Ventas de Vehículos Eléctricos en EE. UU. en 2025?

El panorama de los vehículos eléctricos (VE) en Estados Unidos ha experimentado un giro inesperado en 2025. Tras años de crecimiento constante y optimismo, las ventas de coches eléctricos parecen dirigirse a una ligera contracción, un fenómeno que ha sorprendido a la industria y a los analistas. Este cambio se atribuye en gran medida a la volatilidad política y a la expiración de incentivos clave, marcando el fin de una era de expansión acelerada y dando paso a un periodo de ajuste estratégico para los fabricantes.

Según datos preliminares de Cox Automotive, se proyecta que las ventas de vehículos eléctricos en EE. UU. disminuyan un 2.1% en 2025, alcanzando aproximadamente 1.275 millones de unidades, en contraste con los 1.3 millones vendidos el año anterior. Esta tendencia marca un retroceso significativo respecto a la trayectoria ascendente observada durante la década. La cuota de mercado de los VE también se verá afectada, cayendo del 8.1% en 2024 al 7.8% estimado para 2025. Este descenso contrasta con el crecimiento general del mercado automotriz, que se espera aumente un 2% en el mismo periodo.

La causa principal de esta desaceleración se identifica como el "latigazo político" (policy whiplash), un término acuñado para describir los cambios abruptos y a menudo impredecibles en las políticas gubernamentales. La expiración del crédito fiscal federal de $7,500 para la compra de vehículos eléctricos el 30 de septiembre de 2025, fue un catalizador crucial. Los consumidores anticiparon esta fecha límite, generando un pico de ventas en el tercer trimestre de 2025, con más de 400,000 unidades vendidas. Sin embargo, tras la caducidad del incentivo, la demanda se desplomó, resultando en una caída del 46% en las ventas del cuarto trimestre en comparación con el anterior, y un declive interanual del 37%.

Stephanie Valdez Streaty, directora de análisis de la industria en Cox Automotive, señaló que "a pesar del rendimiento récord del tercer trimestre, la drástica caída del cuarto trimestre resultó en una disminución general interanual" para los VE. "El año estuvo definido por una volatilidad extrema impulsada por cambios en las políticas", añadió.

Este cambio de tendencia es notable si se considera el crecimiento exponencial que ha experimentado el mercado de VE en los últimos años. Impulsados por modelos icónicos como el Tesla Model 3 y Model Y, las ventas pasaron de ser un nicho a una fuerza considerable en el mercado. En 2020, se vendieron alrededor de 250,000 VE; para 2021, la cifra se disparó a 488,000 (un aumento del 90%); en 2022, crecieron un 65% hasta alcanzar 810,000 unidades; y en 2023, por primera vez, superaron el millón de unidades vendidas. Incluso en 2024, a pesar de los obstáculos iniciales, las ventas anuales de VE experimentaron un crecimiento superior al 7%.

Sin embargo, factores como los altos precios de compra y las preocupaciones sobre la infraestructura de carga ya estaban desacelerando el crecimiento antes de los cambios políticos más recientes. La hostilidad percibida hacia las políticas climáticas por parte de ciertos sectores políticos y los aranceles impuestos a los fabricantes de automóviles, que sumaron miles de millones en costos, también contribuyeron a la incertidumbre y dificultaron la planificación a largo plazo de las empresas.

Los cambios regulatorios no solo afectaron la demanda, sino que también obligaron a los fabricantes a reevaluar sus estrategias y planes de producción. Las normativas de Economía Promedio de Combustible (CAFE) fueron modificadas, y las regulaciones estatales que exigían un aumento gradual en la venta de vehículos de cero emisiones fueron eliminadas, lo que muchos consideraron ilegal. "Los fabricantes habían construido plazos agresivos en torno a las regulaciones de la era Biden. Cuando esas políticas cambiaron, creó incertidumbre", explicó Valdez Streaty.

Como resultado de esta incertidumbre y la eliminación de incentivos, varias compañías han cancelado o retrasado modelos de VE. Ejemplos notables incluyen el Acura ZDX, el Nissan Ariya y el Polestar 2, que han sido descontinuados. La decisión más impactante fue la cancelación de la Ford F-150 Lightning, la versión eléctrica de una de las camionetas más populares de Estados Unidos, que se suponía que sería un motor clave para la adopción masiva de VE.

Esta situación marca el comienzo de una nueva era para el mercado de VE en EE. UU., donde los fabricantes deberán ser más cautelosos y realistas en sus proyecciones. Se espera que las aguas sigan agitadas mientras las empresas ajustan sus estrategias. Cox Automotive pronostica que las ventas de VE en 2026 se mantendrán estables, con alrededor de 1.3 millones de unidades y una cuota de mercado del 8.5%. A pesar de estos desafíos a corto plazo, la transición hacia la electrificación a largo plazo sigue siendo una expectativa generalizada, a medida que la tecnología mejora y los costos de las baterías continúan disminuyendo.

"Los cambios de política crearon un momento de reinicio, pero la transición continúa, aunque a un ritmo diferente al previsto", concluyó Valdez Streaty, sugiriendo que la electrificación es un proceso evolutivo, sujeto a ajustes y redefiniciones en respuesta al entorno económico y político.

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