Prueba del Volkswagen ID. Polo Prototipo: "Volkswagen Ha Vuelto" y Apuesta por lo Tradicional

El esperado Volkswagen ID. Polo, el nuevo coche eléctrico urbano de la marca alemana, se presenta con un diseño que recupera la esencia tradicional de la compañía, abandonando las formas disruptivas de sus anteriores modelos ID. Esta vuelta a las raíces se extiende también al interior y a la experiencia de conducción, que buscan evocar las sensaciones de un Volkswagen de combustión.

Ante el éxito de modelos como el Renault 5 E-Tech en Europa, Volkswagen busca un hueco en este competitivo segmento con el ID. Polo. Este nuevo modelo, que saldrá a la venta la próxima primavera, promete diversión, practicidad y asequibilidad, alejándose de la originalidad que caracterizó a algunas de las propuestas eléctricas previas de la marca. Con un precio de partida estimado en 25.000 euros (alrededor de 29.000 dólares), el ID. Polo se posiciona como un rival directo del Renault 5, ofreciendo toques más convencionales.

El vehículo se asienta sobre la versión de tracción delantera de la plataforma MEB, más económica que la utilizada en otros modelos ID y que el Renault 5. Esto implica la ausencia de suspensión trasera independiente, una diferencia que, sin embargo, no parece mermar significativamente la experiencia de conducción. Los primeros contactos con el prototipo sugieren que el ID. Polo ofrece una conducción ágil y divertida, en línea con lo que los consumidores europeos esperan de un subcompacto.

Los periodistas que han tenido la oportunidad de probar el prototipo han quedado gratamente impresionados. Thomas de Autogefühl destacó la dinámica de conducción, un habitáculo espacioso y la presencia de controles físicos, aunque estos se mantenían ocultos durante la prueba. También resaltó detalles de acabado que aportan un toque premium, como el techo panorámico con un parasol retráctil eléctrico, una característica que no siempre se encuentra en vehículos de segmentos superiores, como el Volvo EX90 que él mismo condujo recientemente.

Otro punto fuerte del ID. Polo es su amplitud interior, especialmente en las plazas traseras. Thomas, a pesar de medir más de 1,80 metros, pudo acomodarse cómodamente detrás de su propia posición de conducción, una hazaña que no se logra en el Renault 5 E-Tech. Se espera que el Twingo E-Tech, hermano menor del 5, ofrezca una banqueta trasera deslizante para mejorar la habitabilidad.

A pesar de la sencillez de su suspensión trasera, el ID. Polo demostró ser sorprendentemente cómodo, incluso en superficies irregulares como caminos de grava. En carretera, el comportamiento en curva es aplomado, lo que augura un buen desempeño para la futura versión GTI, prevista para 2027, que competirá directamente con el Alpine A290.

El ID. Polo marca un punto de inflexión para Volkswagen. Tras cinco años de modelos ID con diseños audaces y distintivos, que quizá no conectaron con todos los públicos, la marca ha optado por un enfoque más conservador. La estrategia ahora consiste en ofrecer versiones eléctricas que se asemejen a los exitosos modelos de combustión que cimentaron su popularidad global.

Este cambio de rumbo, centrado en la familiaridad y la practicidad, podría ser clave para el éxito del ID. Polo en un mercado cada vez más saturado de opciones eléctricas. La promesa de un vehículo accesible, bien equipado y con una experiencia de conducción satisfactoria lo posiciona como un serio contendiente en el segmento de los coches eléctricos urbanos.

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