Uruguay se ha convertido en uno de los líderes regionales en la adopción de vehículos eléctricos. Según un informe de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade) presentado el 16 de enero de 2025, el país cuenta con unas 5.950 unidades registradas, lo que equivale a 17,4 vehículos eléctricos por cada 10.000 habitantes. La cifra sitúa al país por delante de economías mayores como Brasil y México, y demuestra un cambio de preferencia hacia la movilidad sostenible. Este avance se sustenta en una estrategia nacional que combina incentivos fiscales, un robusto sistema eléctrico basado en energías renovables y el impulso a una infraestructura de carga en constante expansión.
El programa estatal Subite del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) ofrece exoneraciones de impuestos y subsidios para la compra de autos eléctricos. Además, el gobierno eliminó el impuesto específico interno (IMESI) para este tipo de vehículos hasta agosto de 2025, una medida que busca acelerar la transición desde motores de combustión. Gracias a estas políticas, las ventas de battery electric vehicles (BEV) crecieron un 477 % interanual en junio de 2024, alcanzando una cuota de mercado del 15 %.
Crecimiento explosivo de las ventas
El entusiasmo de los consumidores se refleja en los números: en el primer trimestre de 2025 se vendieron 2.157 autos eléctricos, frente a los 704 del mismo período de 2024, lo que supone un incremento del 206,4 %. En el mismo intervalo, las ventas de híbridos aumentaron un 13,5 % (de 1.056 a 1.199 unidades). Este ritmo apunta a que el parque eléctrico uruguayo supere las 20.000 unidades a fin de año.
Según Marcelo Mula, cofundador de MoveToGreen y vicepresidente de la Asociación Uruguaya de Energías Renovables (AUDER), en el primer trimestre de 2025 se vendieron alrededor de 2.500 vehículos eléctricos y la mayoría de los usuarios cargan su coche en casa. Esta tendencia se sustenta en una infraestructura que privilegia la carga residencial y acuerdos con fabricantes de cargadores como ABB, que suministra estaciones de 7,2 kW y 20 kW para hogares y empresas. Las mejoras en la red también incluyen la instalación de 332 puntos de carga públicos y el objetivo de UTE de disponer de una estación cada 50 km en las principales rutas.
Para los conductores, el beneficio económico es evidente: cargar un auto eléctrico en horario nocturno cuesta 20 veces menos que llenar un tanque de gasolina. Mula calcula que recorrer 400 km con un vehículo a combustión cuesta unos 100 USD, mientras que con un eléctrico la misma distancia cuesta apenas 5 USD. Esta brecha se amplía si el propietario genera su propia energía mediante paneles solares.
Nuevos modelos que llegan al mercado
El mercado uruguayo se enriquece con el arribo de nuevos vehículos eléctricos en 2025. Entre los utilitarios destaca la Maxus eDeliver 5, una furgoneta con batería de 64 kWh que ofrece hasta 335 km de autonomía y un motor de 120 kW. El modelo incluye sistemas avanzados de seguridad (airbags, ABS, control de crucero adaptativo) y está orientado a empresas de reparto y servicios.

Maxus eDeliver 5
Las nuevas furgonetas eléctricas facilitan la logística urbana.
En el segmento urbano, el BYD Seagull 2025 llega renovado con dos versiones: la EV300 GLi utiliza una batería de 30,08 kWh y ofrece 300 km de autonomía, mientras que la EV380 GSi incorpora una batería de 38 kWh que alcanza 380 km. Sus precios oscilan entre 19.990 USD y 21.990 USD y se perfilan como opciones accesibles para quienes buscan movilidad sostenible en ciudad.
La marca Smart desembarca también en Uruguay con los modelos smart #1 y smart #3, dos SUVs compactos totalmente eléctricos que combinan diseño futurista, pantallas flotantes, asistentes de voz y sistemas de conducción avanzada. El #1 apuesta por la eficiencia y la autonomía competitiva con carga rápida, mientras que el #3 adopta un perfil más deportivo con materiales premium y mayor alcance. Su llegada responde al creciente interés de los uruguayos por vehículos tecnológicos y eficientes.
smart #1
Beneficios e incentivos que impulsan el mercado
La expansión del mercado eléctrico uruguayo no sería posible sin los incentivos gubernamentales. El MIEM otorga descuentos en el seguro (15 % para autos particulares y 20 % para ómnibus) y reduce el impuesto de patente de rodados al 2,25 % del valor del vehículo, frente al 5 % de los automóviles a combustión. Además, existen líneas de crédito verde para financiar la compra e instalación de cargadores. El mercado cuenta también con exoneraciones de impuestos (IMESI) y aranceles de importación para vehículos eléctricos e híbridos, así como subsidios a empresas que renueven sus flotas con vehículos cero emisiones.
Estas medidas, junto con la oferta creciente de modelos y la disponibilidad de energía limpia —Uruguay genera más del 98 % de su electricidad a partir de fuentes renovables—, han convertido al país en un referente de movilidad sostenible en América Latina. La infraestructura de carga se expande con rapidez y evita la saturación de los puntos existentes, mientras que nuevos proyectos como la llegada del sedán Xiaomi SU7 apuntan a diversificar aún más la oferta de 2025.
Conclusión
La suma de políticas públicas, avances tecnológicos y conciencia ambiental ha permitido que Uruguay se posicione a la vanguardia de la movilidad eléctrica en la región. Con ventas que se multiplican, incentivos que reducen drásticamente los costos y un ecosistema de recarga en constante crecimiento, el país demuestra que la transición hacia vehículos eléctricos es posible y rentable. La llegada de nuevos modelos y la mejora de la infraestructura prometen un futuro donde los autos eléctricos serán la norma y no la excepción.