
Jim Farley, CEO de Ford, ha protagonizado un notable ejercicio de sinceridad al admitir el punto de inflexión que supuso para la compañía analizar en detalle a su competencia. En una reveladora entrevista, Farley confesó que el momento decisivo llegó cuando sus ingenieros desmontaron un Tesla Model 3 y varios vehículos eléctricos de origen chino. "Cuando los desmontamos, fue sorprendente lo que encontramos", afirmó el directivo.
El análisis de ingeniería inversa fue un auténtico baño de realidad para Ford. Al comparar su propio Mustang Mach-E con el Tesla Model 3, los técnicos descubrieron que el SUV americano utilizaba aproximadamente 1,6 kilómetros más de cableado. Este exceso no solo añade peso y complejidad, sino que obliga a usar baterías de mayor capacidad para alcanzar autonomías similares, elevando estructuralmente el coste de producción.

La investigación no se detuvo en Tesla. Ford también desarmó varios modelos chinos, y las conclusiones fueron igualmente contundentes: sus plataformas eran más simples, la integración electrónica superior y el aprovechamiento del espacio mucho más eficiente. El resultado era una relación coste-prestaciones que dejaba en evidencia a los productos de Ford. El propio Farley describió la experiencia como "humillante", un momento que les hizo comprender "hasta qué punto rivales como Tesla y los fabricantes chinos iban por delante en eficiencia y diseño".
Como respuesta directa, Ford reorganizó su estructura en 2022, creando la división 'Model e', una unidad de negocio independiente dedicada exclusivamente a los vehículos eléctricos. Su misión es clara: rediseñar las arquitecturas, el software y el producto final para poder competir cara a cara con los nuevos líderes del sector. Aunque esta división registró pérdidas de casi 5.000 millones de dólares en 2024, Farley la defiende como una inversión crucial para ponerse al día en una industria en la que admite que llegaron tarde.

Farley no ha escatimado en elogios hacia sus rivales, calificando a los eléctricos chinos de "muy superiores" y reconociendo que empresas como BYD están "dominando por completo" el panorama mundial. Para entender mejor a qué se enfrenta, el CEO de Ford ha utilizado personalmente un Xiaomi SU7 durante meses. No obstante, matiza que el éxito chino no se debe solo al mérito de sus fabricantes, sino también a una agresiva estrategia de subsidios gubernamentales que ha inclinado la balanza a favor de los eléctricos.
Tras constatar que el mercado norteamericano no está dispuesto a pagar entre 70.000 y 80.000 dólares por sus SUV y pick-ups eléctricos, Ford está cambiando de rumbo. La marca ya trabaja en una nueva plataforma de bajo coste y planea lanzar un pick-up eléctrico mediano por unos 30.000 dólares en 2027, con el objetivo de retar directamente a Tesla y BYD en precio y eficiencia.
El discurso de Farley se ha endurecido con el tiempo, llegando a calificar la competencia china como una "amenaza existencial". Compara la situación actual con la competencia japonesa de los años 80, pero "en esteroides", debido a la escala, tecnología y apoyo estatal sin precedentes. Cita como ejemplo el BYD Seagull (conocido en España como Dolphin Mini), un utilitario que en China se vende por menos de 10.000 dólares con un equipamiento sorprendente. El mensaje es claro: "Estamos en una competencia global con China... Si perdemos esta batalla, no hay futuro para Ford".
Competidores
El artículo identifica claramente a Tesla, con el Model 3 como principal referencia de estudio, y a los fabricantes de vehículos eléctricos chinos, como BYD y Xiaomi, como los principales competidores que Ford está analizando y contra los que está redefiniendo su estrategia.
A favor
- Reconocimiento honesto de las debilidades frente a la competencia.
- Creación de una división ('Model e') dedicada a la innovación en vehículos eléctricos.
- Estrategia enfocada en desarrollar plataformas de bajo coste para ser competitivos.
- Análisis profundo de los productos rivales para entender sus ventajas.
En contra
- Admisión de un retraso estratégico significativo en eficiencia y diseño de VE.
- La división de eléctricos está generando pérdidas financieras masivas a corto plazo.
- La competencia china cuenta con un fuerte apoyo estatal y una enorme capacidad productiva.
- Dificultad para competir en el segmento de vehículos eléctricos asequibles.