Waymo: El apagón en San Francisco paraliza sus taxis autónomos

Un masivo corte de energía en San Francisco causó estragos en la flota de taxis robotizados de Waymo, dejando a numerosos vehículos varados e interrumpiendo el servicio. El incidente puso de manifiesto la dependencia de la tecnología autónoma de la infraestructura urbana y planteó interrogantes sobre su resiliencia ante eventos imprevistos.

El pasado fin de semana, la ciudad de San Francisco sufrió un importante apagón que afectó a aproximadamente 130.000 residentes. La falta de suministro eléctrico provocó el cese de funcionamiento de semáforos y luces de la calle, creando un escenario caótico para la circulación. En medio de esta situación, los vehículos autónomos de Waymo, una flota de Jaguar I-Pace eléctricos, demostraron tener dificultades para navegar por las calles oscuras y sin señalización.

Numerosos videos y fotografías compartidos en redes sociales capturaron la escena: los taxis robotizados de Waymo detenidos en intersecciones, con sus luces de emergencia activadas, aparentemente incapaces de determinar cómo proceder en ausencia de señales de tráfico y con una visibilidad reducida. Este fallo generalizado llevó a la compañía a suspender temporalmente su servicio de transporte compartido en el Área de la Bahía.

Un portavoz de Waymo confirmó la pausa del servicio, citando la necesidad de garantizar la seguridad de los pasajeros y permitir el acceso sin obstáculos al personal de emergencia. La compañía reanudó sus operaciones el domingo por la noche, una vez que la compañía eléctrica Pacific Gas and Electric Company (PG&E) informó de la restauración del servicio a la mayoría de los clientes afectados. La interrupción se debió a un incendio en una subestación eléctrica en la ciudad.

A pesar de la comunicación de Waymo, la causa exacta por la que sus vehículos autónomos se paralizaron ante la falta de energía y la oscuridad no fue revelada. Se sabe que los vehículos de Waymo dependen de datos pre-mapeados y de una compleja red de sensores para percibir su entorno y tomar decisiones en tiempo real. En situaciones inusuales, los vehículos están diseñados para solicitar asistencia remota de agentes humanos de respuesta a flotas. Estos agentes pueden monitorizar transmisiones en vivo desde las cámaras del vehículo y acceder a representaciones 3D del entorno para guiar al coche o entender la situación.

Sin embargo, el apagón pudo haber comprometido este sistema de respaldo. La falta de energía podría haber afectado no solo la comunicación directa de los vehículos, sino también la infraestructura de red necesaria para que los agentes humanos reciban los datos de manera eficiente. El aumento del uso de datos móviles por parte de los residentes debido a la falta de Wi-Fi también podría haber sobrecargado las redes, dificultando la transferencia de información crucial. Esta dependencia de la conectividad y la infraestructura de comunicación subraya un punto débil potencial de la tecnología de conducción autónoma.

Este incidente ocurre en un momento de intensa competencia en el sector de los robotaxis. Elon Musk, CEO de Tesla, no perdió la oportunidad de comentar la situación en la red social X, afirmando que los Tesla Robotaxis no se vieron afectados por el apagón, destacando así una aparente ventaja de su tecnología en escenarios similares.

Los vehículos autónomos son una promesa para el futuro de la movilidad, ofreciendo potenciales beneficios en seguridad, eficiencia y accesibilidad. No obstante, eventos como este apagón en San Francisco sirven como recordatorios importantes de los desafíos técnicos y de infraestructura que aún deben superarse para lograr una adopción generalizada y confiable de esta tecnología. La capacidad de los vehículos autónomos para operar de manera segura y efectiva en una amplia gama de condiciones, incluidas las emergencias y fallos de infraestructura, es crucial para ganar la confianza del público y de los reguladores.

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