
Tesla enfrenta un nuevo y significativo revés legal en Estados Unidos después de que una jueza federal autorizara el avance de una demanda colectiva contra la compañía. La acusación principal es haber engañado a los consumidores durante años sobre las verdaderas capacidades de sus sistemas de conducción autónoma, Autopilot y Full Self-Driving (FSD).
Esta decisión judicial llega en un momento particularmente delicado para el fabricante de vehículos eléctricos, que ya se enfrenta a una docena de procesos judiciales relacionados con esta tecnología, incluyendo un caso de homicidio culposo donde fue encontrado parcialmente responsable. El litigio se centra en las promesas que Tesla ha realizado desde 2016, afirmando que todos sus vehículos estaban equipados con el hardware necesario para alcanzar una "conducción autónoma total" (niveles 4 y 5), es decir, sin necesidad de supervisión humana. Sin embargo, esta capacidad nunca se ha materializado.
La compañía comercializó el paquete FSD como una costosa opción de software, generando altas expectativas entre los compradores. Años más tarde, Tesla admitió que los vehículos equipados con su hardware de tercera generación (HW3) no lograrían la autonomía total prometida, lo que desencadenó las acusaciones de publicidad engañosa.
La jueza Rita Lin, del Distrito Norte de California, ha sido clave en el avance del caso. En su fallo, determinó que Tesla no solo carecía de la tecnología que prometía, sino que ni siquiera fue capaz de demostrar la realización de un viaje largo de forma completamente autónoma con ninguno de sus modelos. Este hecho, según la magistrada, justifica plenamente la demanda colectiva.
Un aspecto fundamental del fallo es el reconocimiento de los métodos de comunicación de Tesla como publicidad formal. Aunque la empresa no utiliza canales publicitarios tradicionales, la jueza consideró que las afirmaciones hechas en su web, blogs, redes sociales y, crucialmente, las declaraciones públicas de Elon Musk, constituyen una forma válida de promoción comercial con alcance masivo.
La demanda colectiva ahora certificada incluye a dos grupos de afectados: los compradores de California que adquirieron el paquete FSD entre octubre de 2016 y mayo de 2017, y aquellos que optaron por excluirse de la cláusula de arbitraje de la compañía entre 2017 y mediados de 2024. Además de una compensación económica, los demandantes solicitan una orden judicial que prohíba a Tesla realizar afirmaciones similares en el futuro.
Para los críticos, este caso evidencia un patrón de comportamiento de la compañía: vender una capacidad futura como si fuera una realidad presente. Con más de una decena de juicios pendientes, el desenlace de este proceso podría establecer un precedente crucial sobre la responsabilidad de las empresas tecnológicas y el futuro de la estrategia comercial de Tesla.
A favor
- La justicia respalda a los consumidores frente a promesas tecnológicas incumplidas.
- El fallo reconoce las declaraciones de Elon Musk como promoción comercial vinculante.
- Sienta un precedente importante sobre la responsabilidad de las empresas tecnológicas.
En contra
- Grave revés legal y de reputación para Tesla por su tecnología de conducción autónoma.
- La demanda podría suponer una compensación económica significativa para la empresa.
- La credibilidad de las futuras promesas tecnológicas de la marca queda en entredicho.