En un giro significativo que podría sentar un precedente global en las políticas de movilidad urbana, Londres se ha convertido en la primera gran capital del mundo en eliminar la exención de pago para los vehículos eléctricos en su zona de congestión. Esta medida se produce poco después de que el Reino Unido aprobara un nuevo impuesto que gravará a los coches eléctricos por cada kilómetro recorrido, en un intento por compensar la pérdida de ingresos de los carburantes.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, ha anunciado que a partir de enero de 2026, tanto los coches como las furgonetas eléctricas deberán abonar una tarifa diaria para circular por el corazón de la ciudad. La decisión responde a la creciente congestión del tráfico que, según las autoridades, no se ha visto aliviada por la popularización de los vehículos eléctricos, los cuales ya representan el 20% de los vehículos que acceden a la zona.
La conocida 'London Congestion Charge', implementada en 2003, se extenderá a los vehículos de cero emisiones, aunque con una tarifa bonificada. Los turismos eléctricos deberán pagar 13 libras diarias (aproximadamente 14,74 euros), lo que representa un descuento del 25% sobre la tarifa estándar que subirá a 18 libras. Las furgonetas eléctricas, por su parte, se beneficiarán de una reducción del 50%, con una cuota de 9 libras (unos 10,21 euros).
La justificación de esta política es principalmente económica y logística. El ayuntamiento argumenta que la congestión del tráfico generó pérdidas a las empresas londinenses por valor de 3,85 billones de libras (más de 4.300 millones de euros) durante el año pasado. 'Mantener a Londres en movimiento al reducir la congestión del tráfico es vital para nuestra ciudad y para nuestra economía', declaró el alcalde. Las proyecciones indicaban que, sin este cambio, cerca de 2.200 vehículos eléctricos adicionales entrarían diariamente al centro en 2026, una cifra que la infraestructura actual no puede soportar.
A favor
- Medida orientada a reducir la congestión del tráfico en una de las ciudades más transitadas del mundo.
- Busca mitigar el impacto económico negativo que el tráfico denso genera en las empresas locales.
- Genera una nueva fuente de ingresos para la ciudad ante el auge de los vehículos eléctricos y la caída de la recaudación por carburantes.
En contra
- Elimina uno de los incentivos económicos más importantes para la adopción de vehículos eléctricos.
- Supone una doble carga fiscal para los conductores de VE, sumándose al nuevo impuesto nacional por kilómetro.
- Podría desincentivar el uso del coche eléctrico para acceder al centro, sin garantizar una alternativa de transporte público igual de eficiente para todos los usuarios.
