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Dacia en Alerta: El CEO en España vigila de cerca la ofensiva de coches eléctricos chinos

Dacia en Alerta: El CEO en España vigila de cerca la ofensiva de coches eléctricos chinos
Dacia en Alerta: El CEO en España vigila de cerca la ofensiva de coches eléctricos chinos

La industria automotriz europea atraviesa un momento de notable vulnerabilidad. Por un lado, persiste una fuerte dependencia del mercado chino tanto para la producción como para las ventas. Por otro, se observa una inversión en el flujo comercial: mientras los consumidores chinos muestran un interés decreciente por los vehículos europeos, un número creciente de europeos opta por marcas de origen chino, atraídos por su competitividad.

Marcas como MG o BYD ya lideran un desembarco masivo en el continente, acompañadas por nombres emergentes como Omoda, Jaecoo, Changan o Leapmotor. A primera vista, parecen actuar de forma independiente, pero en realidad operan bajo el paraguas de gigantes automotrices chinos. MG pertenece a SAIC Motor, mientras que Omoda y Jaecoo están vinculadas al coloso Chery Automobile. Incluso marcas con una herencia tradicionalmente europea, como Volvo y Polestar, son ahora propiedad del conglomerado chino Geely Holding Group.

Este nuevo panorama genera una creciente inquietud en Europa. La incertidumbre se ve agravada por las normativas cada vez más exigentes impuestas desde Bruselas, que encarecen la fabricación y comercialización de vehículos en el continente. En este contexto, la irrupción de competidores foráneos con propuestas agresivas es un claro motivo de alerta.

Aunque el avance de las marcas chinas es significativo, aún están lejos de dominar el mercado. Según datos de JATO Dynamics, los fabricantes chinos captaron un 5,9% del mercado europeo en mayo de 2025. En el acumulado de los primeros ocho meses del año, su cuota en 25 mercados de la UE alcanzó el 7,6%, una cifra que la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA) sitúa en torno al 8%. Si bien el crecimiento es exponencial, parte de niveles muy bajos, por lo que no se puede hablar de un dominio absoluto.

La principal razón de este éxito radica en el precio. En una era donde los vehículos eléctricos e híbridos enchufables ganan terreno y las regulaciones encarecen el producto final, los fabricantes chinos ofrecen alternativas más asequibles. En este escenario, Laurent Sengenes, máximo responsable de Dacia en España, ha reconocido la amenaza: "los vigilamos", afirmó, añadiendo que es necesario "aprender de ellos".

Un ejemplo claro de esta nueva dinámica es el Dacia Spring. Durante mucho tiempo fue el coche eléctrico más barato de España, lo que le otorgó una gran popularidad. Sin embargo, ha perdido fuelle frente a nuevos modelos chinos como el BYD Dolphin Surf. Aunque este último tiene un coste ligeramente superior, la diferencia se compensa con un mayor equipamiento y una percepción de valor superior. El Spring, a pesar de sus mejoras, sigue siendo un vehículo modesto en acabados y tecnología, mientras que sus rivales chinos integran funcionalidades que los consumidores ya consideran estándar. Esta diferencia es, para muchos, decisiva en la compra.

Equipamiento

El Dacia Spring se describe con acabados modestos, plásticos sencillos y equipamiento básico con asistentes limitados. En contraste, sus competidores chinos, como el BYD Dolphin, ofrecen funcionalidades más completas y una mejor percepción de valor.

Competidores

El artículo señala una creciente competencia de marcas chinas en Europa, destacando a MG y BYD como las principales. También se mencionan Omoda, Jaecoo, Changan y Leapmotor (vinculadas a Chery Automobile). Además, se apunta que marcas europeas como Volvo y Polestar están bajo el control del conglomerado chino Geely. El BYD Dolphin Surf se cita como un rival directo y más equipado que el Dacia Spring.

A favor

  • La cuota de mercado de las marcas chinas aún es baja en volumen absoluto.
  • Dacia mantiene una posición sólida en España gracias a su estrategia de valor.
  • Los fabricantes europeos todavía tienen margen para reaccionar a la competencia.

En contra

  • Fuerte dependencia de los fabricantes europeos del mercado chino.
  • Creciente penetración de coches eléctricos chinos asequibles en Europa.
  • Las exigentes normativas europeas encarecen la producción local.
  • Modelos de entrada como el Dacia Spring pierden competitividad frente a rivales mejor equipados.

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