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BYD redobla su apuesta por las baterías LFP: el camino hacia los 1.000 km de autonomía con seguridad y bajo coste

BYD redobla su apuesta por las baterías LFP: el camino hacia los 1.000 km de autonomía con seguridad y bajo coste
BYD redobla su apuesta por las baterías LFP: el camino hacia los 1.000 km de autonomía con seguridad y bajo coste

Mientras la industria automotriz sueña con el futuro de las baterías de estado sólido, la realidad actual se debate entre dos tecnologías principales: las de iones de litio (NCM) y las de litio-ferrofosfato (LFP). En esta contienda, el gigante chino BYD tiene un claro ganador y reafirma su compromiso inquebrantable con la tecnología LFP para sus vehículos eléctricos.

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Históricamente consideradas como una alternativa de menor rendimiento pero más económica, las baterías LFP han superado su estigma. Gracias a una evolución constante, han demostrado ser una opción no solo viable, sino también fiable, duradera y, crucialmente, más segura. BYD, a través de su filial energética FinDreams, ha liderado esta revolución, convirtiéndose en el mayor fabricante mundial de este tipo de baterías.

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Li Yunfei, responsable de relaciones públicas de la marca, ha confirmado que la seguridad es la máxima prioridad de la compañía y que seguirán apostando por las LFP en los próximos años. Los avances ya son notables, con baterías que permiten autonomías superiores a los 600 kilómetros bajo el ciclo CLTC. Sin embargo, la ambición es mayor: el objetivo a futuro es alcanzar rangos de hasta 1.000 kilómetros por carga.

La estrategia de BYD se fundamenta en dos pilares clave. El primero es la seguridad. Los materiales LFP ofrecen una estabilidad térmica muy superior a las baterías ternarias, que pueden incendiarse en pruebas de penetración. La aclamada batería Blade de BYD garantiza la ausencia de humo y fuego, un hecho respaldado por datos de millones de vehículos en circulación sin un solo incidente de combustión espontánea.

El segundo pilar es la ventaja en costes y en la cadena de suministro. Las baterías LFP eliminan la dependencia de metales costosos y volátiles como el cobalto y el níquel. Para 2025, se estima que su precio medio será de unos 46,11 €/kWh, significativamente inferior a los 66,74 €/kWh de las baterías ternarias. Además, el uso de fósforo y hierro, materiales abundantes a nivel local, reduce la vulnerabilidad ante limitaciones de suministro externas. Esta apuesta ha forzado a rivales como CATL, el mayor fabricante de baterías del mundo, a seguir el mismo camino, planeando incluso la apertura de una gigafactoría de LFP en España.

Precio y Garantías

El artículo proyecta que para 2025, el precio medio de las baterías LFP rondará los 46,11 €/kWh, en comparación con los 66,74 €/kWh de las baterías de litio ternarias.

Competidores

Se menciona a CATL, el mayor fabricante de baterías del mundo, como principal competidor en el sector de la fabricación de baterías, quien también está incrementando su apuesta por la tecnología LFP.

A favor

  • Mayor seguridad intrínseca y alta estabilidad térmica.
  • Coste de producción más bajo al no requerir cobalto ni níquel.
  • Cadena de suministro más robusta y menos dependiente de materiales escasos.
  • Excelente durabilidad y un historial probado de fiabilidad.
  • Potencial de desarrollo para alcanzar autonomías de hasta 1.000 km.

En contra

  • Aunque la brecha se ha reducido, su densidad energética sigue siendo ligeramente inferior a la de las baterías NCM más avanzadas.
  • La tecnología de estado sólido, aunque lejana, se perfila como la solución superior a largo plazo.

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